miércoles, 18 de julio de 2012

Bombina orientalis.... ideal para empezar


Bombina orientalis o “Sapo del vientre de fuego”, este anuro es una especie de las más recomendables para iniciarse en el mundo de los anfibios, ya que, se trata de una especie muy resistente que se puede mantener con unos cuidados muy básicos.

Este simpático sapo se caracteriza por la coloración llamativa de su parte ventral, en tonos rojizos-amarillentos contrastados con manchas negras, en la parte dorsal presentan una coloración verde o marrón según la variedad y un tacto áspero y rugoso. 

El color llamativo de su vientre es una advertencia a los depredadores sobre su toxicidad y mal sabor.

 
 Pese a su apariencia, nada debemos temer ya que para los humanos apenas presenta toxicidad, eso sí es muy recomendable lavarse bien las manos después de manipularlas.


A la hora de mantenerlas en cautividad pocas, o muy pocas, son las necesidades que tienen: buena temperatura, agua limpia y comida.
 

Si vamos a preparar un terrario para nuestras Bombinas, debemos tener en cuenta que necesitan buena cantidad de agua, aunque no mucha profundidad, al menos 3/4 partes del terrario deberían ser de agua, una pequeña parte seca le permitirá salir del agua y cazar. Su dieta se basa en grillos, aunque podemos ofrecerle tenebrios o cualquier otro insecto que les quepa en la boca, si algo caracteriza a las bombinas es su apetito voraz.




 
En la imagen dos variaciones en la coloración verde de las bombinas. El más oscuro es un macho de unos 5 años de edad y la más clarita es la hembra, mucho más joven. Sin embargo, el color no determina el sexo, como en la mayoría de los anfibios, sexarlas puede ser algo complicado, al macho le salen unas callosidades en las extremidades anteriores durante la época de cría y las hembras suelen ser más "rechonchas" mientras que los machos son más estilizados. La forma más eficaz de distinguir a los machos es a través de su canto, aunque un individuo que no cante no nos asegura que se trate de una hembra, puede ser un macho que todavía no está en celo.



La reproducción en cautividad presenta un pequeño problema, tanto el macho como la hembra necesitan atravesar un período de hibernación por lo que si queremos que se reproduzcan debemos colocar el terrario en el exterior durante al menos un par de meses en invierno o en el peor de los casos ponerlas en un recipiente con musgo húmedo en la nevera, no hay que preocuparse estas pequeñas aguantan temperaturas de hasta 0ºC








Así que ya sabéis preparad bien el terrario, conseguir vuestras ranitas y..........................


 
 my friend!!!!!!

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